Las reformas integrales han cobrado un especial protagonismo durante los últimos años. La posibilidad de personalizar al máximo las viviendas – tanto los espacios interiores como los exteriores-, las fachadas de edificios o los locales comerciales, ha erigido a las reformas integrales como la opción predilecta del mercado particular y el sector contract.
A la hora de abordar una reforma integral, uno de los aspectos que marca la diferencia es la elección de los materiales. Este punto es otra de las razones por las que las reformas integrales están viviendo su época dorada; la extensa variedad de posibilidades disponibles hace factible poder adaptarse totalmente a nivel estético a los diferentes estilos, y a nivel técnico a la morfología de los espacios, su tipo e intensidad de uso e, incluso, a aquellos expuestos al clima exterior.
Coverlam, como material constructivo, se ha incorporado al mercado de las reformas integrales como un gran aliado de arquitectos e interioristas como garantía de calidad, innovación y belleza estética.
Además de contar con un amplio catálogo, las altas prestaciones técnicas del material y su facilidad de corte y manipulación, lo han convertido en uno de los grandes favoritos para diseñar y ejecutar todo tipo de proyectos.
Entre las cualidades que diferencian a Coverlam como el material más idóneo para las reformas integrales se encuentra su fino espesor de 3,5 mm, el cual hace posible colocar las placas sobre la pared o suelo preexistente, evitando demoliciones y escombros, acortando así los plazos de ejecución hasta 38 minutos por m2.
También su gran formato reduce considerablemente las piezas a colocar, aligerando mucho el trabajo a realizar, y por tanto los costes de la mano de obra de cualquier reforma integral.